Por María Elena Useche

Existen muchas maneras de autoayuda para procesar un problema. No obstante, una de las más recomendadas por los terapistas es escribir un diario. Cuando se escribe se aumenta la confianza en uno mismo y también se adquiere perspectiva de lo que una persona siente en un momento determinado.

Lo más importante cuando vivimos algo que nos traumatiza, es reconocer el impacto que tiene en nuestra vida. En principio, debemos detenernos y ver exactamente qué nos genera el daño. En ocasiones, localizarlo no es tan fácil, por eso las personas pocas veces pueden salir del ciclo que los aqueja. Cuando nos tomamos un tiempo para escribir y vaciar en un papel acontecimientos y sentimientos creamos introspección.

Hacer un viaje a nuestro interior es extraordinario porque nos ayuda a elaborar diferentes hipótesis y contrastar ideas. Para llevar a cabo este proceso con éxito, es importante hacernos preguntas que nos induzcan a razonar, como por ejemplo ¿qué me molesta en este instante?, ¿cómo me siento al respecto?, ¿por qué me siento así? Este tipo de interrogantes da pie a que se establezca un diálogo interno que probablemente puede conducir a un estado de conciencia elevado sobre la situación que se vive.

Cuando la persona escribe tiene la oportunidad de vaciar de manera muy privada todo lo que le está sucediendo. A través de este proceso podrá organizar sus ideas, activar su memoria, priorizar temas, estimular su creatividad y llevar a cabo una mejor toma de decisiones.

De acuerdo con muchos estudios, escribir manualmente ejercita nuestra capacidad de atención. Esta actividad favorece el desarrollo cognitivo ya que estimula el sistema reticular de nuestro cerebro encargado de regular el estado de vigilia y sueño, y las transiciones entre estados de distracción y relajamiento a alta atención.

Escribir un diario puede traer beneficios a nuestra salud, porque se convierte en un instrumento de desahogo y canalización del estrés. El papel en blanco pasa a ser el escenario donde la persona puede perfectamente proyectar sus emociones sin ser juzgado. Los diarios son materiales privados que nos ayudan a encontrar patrones de comportamiento, bien sea positivos o negativos. Y cuando vemos en retrospectiva podemos rectificar y reajustarnos a nuevos panoramas.

Escribir un diario tiene muchas ventajas, porque también nos ayuda a planificar un futuro. Cuando hablamos de lo que ha sucedido en el pasado también podemos ver lo que no ha acontecido. La definición de la ausencia prepara el escenario para darle lugar a lo que ha de ser creado. Todo está en tu mente, por lo tanto, puedes hacer uso de tu imaginación y poner tu pluma en acción para recrearlo.

A la hora de ejercitarte en esta práctica suelta tus miedos, tus barreras, o limitaciones porque en este espacio eres libre para ser quien quieres ser. Es una terapia gratis que te da permiso para relajarte y soltar todas tus preocupaciones. Si bien escoges hacer una bitácora de los acontecimientos diarios de tu vida o una reflexión diaria de tus sentimientos, date la oportunidad de soltar todo lo que llevas por dentro para obtener los mejores beneficios de esta actividad.